Te canto las cuarenta

El 21 de febrero cumplo 40 años y en un par de meses cumplo 20 con diabetes.

Cumplir 40 no me significa una tragedia ni mucho menos. Hemos llegado hasta aquí con bastante elegancia. Un poco menos de pelo, un poco mas de panza y un poco mas de hijos...

El numero 40, sin embargo, es significativo porque es el momento en que mis años con diabetes pasan a ser más que mis años sin ella. Son muchos años. Son muchos aprendizajes. Son muchos estudios, muchas inyecciones, muchos controles, muchas angustias, muchas esperanzas, mucho dolor, muchas hiperglucemias, muchas hipoglucemias, muchas pastillas de glucosa, muchas jaquecas...

Pero aquí estamos. Fuertes. Con menos urgencias de una cura que se sigue dilatando. Con la experiencia que sólo te dan los años. Con la práctica. Con conocer, a ojo, los síntomas. Con perder los miedos. Con respetar a la enfermedad. Con tener el control y no viceversa. Con despistarse pero sabiendo por donde hay que seguir. Con ánimos renovados. Con ganas de estar bien por mi y por mis amores.


20 años con diabetes. Un zapato que ya no me aprieta.