LA PRIMERA VEZ SIEMPRE DUELE : MEMORIAS DE UN FAKIR

4 de septiembre de 1997.

Hay fechas que uno tiene grabadas en la memoria. Marcas indelebles. Acontecimientos que por su magnitud nos acompañarán hasta el ultimo suspiro. Los primeros pasos, las primeras palabras, el primer beso...Luego vendrían muchos, muchos pasos mas, muchas palabras mas, muchas palabras de mas y muchos besos mas, tal vez demasiados.

Pero lo único de esos instantes es que son, de alguna forma, irrepetibles. El primer paso es el primero y no hay mas discusión. Lo mismo con el primer beso y con la primera palabra. Sabemos que dijimos (bah...sabe el que estuvo al lado ese día) y sabemos a quien se lo dimos.

El 4 de septiembre mi hermana querida cumplía años y fue casualmente el día de mi primera vez.

Y, como dicen por ahi, la primera vez siempre duele.

Mi endocrinólogo de aquel entonces ya me lo había anticipado. Es mas, haciendo uso de una pedagogía digna de un miembro de la Gestapo, me lo "escupió" en las narices el primer día que fui al consultorio.

(Reproducción del diálogo que mantuve en mi tambien dolorosa primera vez en el consultorio)

-Dr XXXX (por motivos legales mantendré su nombre en secreto): Pues Pablo ya irás viendo y aprendiendo de las cosas que trae la Diabetes. Con estas pastillas iremos manejandonos al principio hasta que tengamos que pasar a la insulina...Tu pancreas es como un limoncito al que le quedan pocas gotas para exprimir.

-Pablo: ...(cara de pánico, cara de "dejé de prestarle atención cuando me dijo que tenía diabetes")

Pasaron 3 años hasta que el "limón" se quedó sin jugo. Tres largos años en los que creí que le estaba "ganando" a la enfermedad. Cosa que luego entendí que no debía plantear en terminos belicos...

Y entonces volví al consultorio.

-Dr XXXX: Bueno Pablo llegó el momento de pasarnos a la insulina. (pasarnos? No sabía que este Hijo de p... tambien era diàbetico) Te vas a ir al Hospital de Clínicas y preguntas por Cadorcha que te va a enseñar como aplicarte la insulina...

-Pablo: Cara de pánico. Cara de "encima me tengo que ir al clínicas".

(sigue)