Dr. Jekyll y Mr. Hyde

Realmente hay días que me olvido que soy diábetico. Tal vez demasiado.

Anoche pensaba, mientras cenaba con mi amada mujer, ¿porqué solo hablo de diábetes en mi blog?. ¿Es acaso tan omnipresente el tema? ¿No hay lugar para despegarse un poco del asunto?.

Claro que lo hay.

Me gustaría, claro está, llegar a casa y "sacarme" la diabetes como me saco los zapatos. La sensación de placer sería, seguramente, mucho mas grande.

Pero el "peso específico" de la enfermedad es cada vez menor. Esto no implica de ninguna manera pasar por alto las "obligaciones" (dieta, ejercicio, controles) pero si es una forma de desdramatizar y de descomprimir las situaciones diarias.

Sin embargo no todos los dias es sencillo.

Cuando uno se olvida, ella te lo recuerda. Esa fuerza interior que te sacude y te hace doler hasta las pestañas. Si no es una hipoglucemia es una hiperglucemia. Son las dos formas inequivocas que nos estamos saliendo del cauce.

En ese momento es cuando uno se pregunta...¿para que mierda me comí esas ultimas 6 empanadas?...¿Hacía falta comer un kilo de helado?...¿Tenía que terminarme realmente ese paquete de doritos?

Tarde...La cabeza está a punto de estallar y tu cuerpo parece estar hinchado como un globo. En ese momento preciso te acuerdas que ERES diábetico y que te gusta provocar a tu Mr Hyde. Y a Hyde le gusta joderte la tarde.

Moraleja.

Hazle caso al Doctor. Al tuyo. A ese hombre de guardapolvo blanco que tienes ganas de estrangular pero sabes que, en el fondo, tiene razón y no solo quiere tu plata sino que te quiere ver bien y saludable...así te puede cobrar un par de consultas mas...

Respect