escaleras y serpientes


Si algo caracteriza a la diabetes es la idea de la inestabilidad. No porque seamos personas inestables, o si, o no lo se, o no me jodan!. Bueno a lo que quiero llegar es a la idea de lo volátiles que son los números con los que lidiamos diariamente. Lo de Wall Street al lado de mis glucemias estos dias es un juego de niños.

Resulta que, para hacer mas voluble e inflamable todo esto, los otros días fui al traumatólogo. Hace un par de semanas largas que vengo teniendo un problema con mis dedos indice y mayor de ambas manos. El Doc me diagnosticó Síndrome del Túnel Carpiano, mas conocido como dedo en gancho. Esto, básicamente, implica que al contraer los dedos (mayor e índice) estos tienen cierta dificultad para volver a estirarse. Se "quedan" en forma de gancho y para extenderlos debo hacer un esfuerzo titanico no solo para estirarlos sino para no matar a nadie por el dolor que produce este simple movimiento. Es curioso. Como todos damos por sentado que por una orden del cerebro nuestro cuerpo reaccionará inmediatamente. No quiero entrar en el campo mas intimo de nuestras veladas en los que esta regla no siempre aplica. No es soplar y hacer botellas, les digo...bah, me contaron. ¿Quien se pone a pensar en la simple acción de pestañear? ¿eh?. Si, evidentemente alguien que no tiene un día muy agitado en la oficina. Pero apunto a ser un agradecido hasta de lo mas esencial.

¿Se preguntarán cual es el origen de esta dolencia? o tal vez se pregunten ¿que carajo hago leyendo esto?...si la pregunta es la primera...pues no hay, por lo pronto, un vinculo muy directo entre esto del túnel y la bendita diabetes. Algunos lo asocian a trabajar mucho con el teclado o a no cambiar los dedos con los que uno se rasca en su tiempo ocioso...De algo estoy seguro. Nada tiene que ver con la mentada busqueda del punto G (esa la abandoné hace tiempo)

Pues resulta que para aliviar el dolor el tratamiento es amplio y va desde la kinesiología hasta la cirugía...Tras probar lo primero y antes de recurrir a la última alternativa tuve que pasar por la infiltración de CORTISONA. Siempre por consejo de mi traumatólogo de cabecera. El Doc me pidió que contactara a mi endocrinóloga ya que la cortisona y la diabetes no se llevan bien juntas...no combinan, se llevan muy mal.

La cortisona es al diabético lo que la kriptonita a Superman.

A casi una semana de la infiltración (muy dolorosa por cierto) puedo decirles que mis dedos andan mejor pero que mis glucemias se han disparado como las acciones de la bolsa. La idea de lo de serpientes y escaleras tiene que ver con esto. En mis casi 15 años de diabetes no había tenido esta sensación. He tenido ,obviamente, picos y caídas. Pero lo que me pone de muy mal talante es la sensación de no poder recuperar el equilibrio de mis valores. Las glucemias (todas) no bajan de 200. He subido mis dosis de Lantus de 12 a 19 y de Novo Rapid de 2 a 6 y aun así no doy con la medida justa. Ando con un humor digno de agente de bolsa. Siento lo que sentía antes de que me diagnosticaran allá por 1994!.Es haber caido en un casillero de serpiente que me lleva casi a la largada del "juego". Volver a experimentar cosas que tenía archivadas. Me siento hinchado. Molesto. Azucarado. Una hermosa sensación de mierda.

La endo y el Traumatólogo me advirtieron que esto sería así y que duraría unos dias...Espero que no sean muchos mas porque me dan ganas de cortarme los malditos dedos en gancho y metermelos en....

Comentarios

Anónimo dijo…
Yo creo que no tenés que preocuparte. Esto es una coyuntura y sos una persona muy responsable. La medicina tiene eso: para curarte algo te estropean por otro lado, es la sábana que te cubre los pies o la cara. Una cagada, pero por suerte se viene el calorcito y pronto no vas a necesitar más la sábana, o la cortizona, o como quieras llamarla. Vas a poder levantar los dedos para dar el ok! o al menos el otro, para seguir diciendole a la diabetes lo que opinás de ella.

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