CLONACIÓN...JUGANDO A SER DIOS

El 5 de julio de 1996 nacía Dolly, el primer mamífero clonado a partir de una célula adulta. Ese día Dios tuvo que iniciarle juicio a los científicos Ian Wilmut y Keith Campbell por plagio. Al día de la fecha no se ha dictado sentencia y el Sr. D. está muy furioso, con la humanidad y con su equipo de abogados.

El ser humano es ,por naturaleza, inquieto. Le gusta meterse a donde no lo llaman. Le encanta ir empujando los limites. Le intrigan las preguntas sin respuestas. La clonación ha dejado de ser fruto de la imaginación de Huxley para transformarse en un complejo dilema que abarca aspectos éticos, religiosos, morales y económicos.

Jurassic Park plantea, de modo muy hollywoodense, la posibilidad de "resucitar" especies que dejaron de existir hace millones de años. Científicos rusos anunciaron hace un par de días, el hallazgo entre los restos de un mamut de una célula apta para la clonación de este animal prehistórico... Nuevamente la realidad supera a la ficción.

Circula la versión que en algún laboratorio, en el corazón de Asia, los científicos han clonado a un ser humano. Se habría cruzado el tan mentado limite que los defensores a ultranza de la ética y la moral, consideran inviolable. El Sr. D nos mira de reojo. No le gusta que usemos sus juguetes. Sin embargo nos deja, como si supiera que nos vamos a mandar una flor de cagada. Recién ahí, entre risas, nos dirá "yo te dije".

¿Cual es el límite?. ¿Buscar la cura de enfermedades hoy incurables es motivo suficiente para manipular el ADN?. Como diabético y poco seguidor del gran best seller de la historia de la humanidad, la biblia, creo que sí. No sólo por la molesta diabetes sino por enfermedades que son jodidas de verdad. ¿El fin acaso justifica los medios?. Preguntenle al padre de una criatura que se está muriendo de cáncer.

¿Quien pone los límites?. ¿Hasta donde estamos dispuestos a llegar?.

Cuando pasen los siglos y alguien lea estas lineas, sepan que en 1996 la humanidad coqueteó con la idea de jugar a Dios y que sólo ustedes conocen lo bien o mal que hemos hecho.

22 de abril de 2008